Lo singular del diente de león
Los dientes de león aparecen de la noche a la mañana como hierbas salvajes entremezcladas en el césped. Si antes pasabas al lado y no los levantabas, después de leer esto y de animarte a probarlos, no vas a dejar ni uno en su lugar.
Los dientes de león contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales en una pequeña planta. Probablemente es una de las hierbas más ricas en nutrientes que podés comer, superando incluso al kale o col rizada o las espinacas. Son altos en vitaminas A, C y K, ácido fólico, calcio y potasio. Además de estar repleto de nutrientes, esta planta contiene compuestos que pueden ayudar a prevenir problemas de salud.
Proporciona antioxidantes y tiene aportes antiinflamatorios. Los dientes de león son
ricos en potasio, lo que los convierte, además, en un diurético natural. Son muy reconocidos por su capacidad de aliviar problemas estomacales y el estreñimiento, al igual que manejar la hinchazón y distensión abdominal.
¿Cómo usar el diente de león? sus flores para infusionar vinagres o bebidas, en ensaladas, o en pastelería como decoración. De igual forma, sus hojas quedan muy bien en ensaladas o salteadas, mientras que con la raíz, se puede preparar una bebida muy similar al café.
El sabor de sus hojas y de su raíz es fuerte, no así el de sus pétalos. Toda la planta es comestible y, a pesar de ser la misma planta, cada parte tiene su sabor especial.
Con la raiz, si se tuesta, se puede hacer una infusión muy parecida al café, con notas terrosas y amargas, ideal para un reemplazo sin cafeína, lleno de antioxidantes.