Lo singular de los lácteos

Lo singular de los lácteos

¿Inflaman? ¿enteros o descremados? ¿intolerancia o mito?

Hoy en día, la leche vacuna y la mayoría de los derivados lácteos tienen una mala reputación. Se escucha mucho “me inflaman”, “ me hinchan”, “me cae mal”, y su consumo viene disminuyendo. Hoy te cuento todo sobre ellos, y desmentimos todos los mitos. Pero primero, para entender bien, volvamos un poco en el tiempo:

En los años 80/90, luego de varios estudios que conectaban a las grasas saturadas con un mayor riesgo cardiovascular y de mortalidad en general, se popularizó el consumo de productos “light” o bajos en grasas. Los lácteos, naturalmente y en su forma entera, tienen un buen contenido de grasas tanto saturadas como insaturadas. Fue ahí, cuando salieron al mercado productos lácteos nuevos, yogures, quesos, leches, todos bajos en grasas.

Si bien estos nuevos productos tenían menos calorías, (ya que como hablamos en este blog , las grasas son las que mayor calorías tienen por gramo, en comparación a la proteína y carbohidrato), tenían más aditivos. Para poder reemplazar la textura, la cremosidad, y el sabor, era necesario agregar más cosas. Almidones, estabilizantes, espesantes, aromatizantes….

Estos estudios, que conectaban las grasas saturadas con enfermedades cardiovasculares y aumento del colesterol, hoy en día, con nuevos estudios, la información es contradictoria,  y no se puede afirmar que haya una correlación directa. Hay muchas variables que deben ser tenidas en cuenta a la hora de clasificar a las grasas saturadas como directamente perjudiciales. El estilo de vida y salud en general de una persona, influyen estrechamente con la manera en que se metabolizan las grasas saturadas.

Pero, que si te digo que estos productos light no son la mejor opción. Optar por productos “enteros” y no aquellos descremados o light, es la mejor opción, y la que más beneficios a nuestra salud va a tener.

Esto se debe a que no todas las grasas saturadas son iguales. Por ejemplo, el ácido esteárico, (presente en carnes, leche y derivados, pescados), se demostró que no tuvo efecto en el aumento del colesterol ni del LDL total. Como si fuera poco, el consumo de lácteos fermentados como yogur y quesos (y en su forma entera, conteniendo grasas saturadas), demostró una baja en los niveles de LDL. (Siempre y cuando este tipo de lácteos sean lo más naturales posibles y de alta calidad, sin agregados de conservantes o emulsificantes). y como mencionamos anteriormente, el estilo de vida, nuestros hábitos y actividad física es un factor muy importante, que no debe ser ignorado.

Ahora bien, ¿inflaman los lácteos? ¿hinchan? La verdad es que su  efecto en la salud depende de diversos factores, como la tolerancia individual, el tipo de lácteos y su procesamiento.

  • No hay evidencia concluyente de que los lácteos sean inflamatorios para la mayoría de las personas.
  • En personas sanas, el consumo de lácteos, especialmente los fermentados como el yogur o el kéfir, puede incluso tener efectos antiinflamatorios debido a los probióticos y péptidos bioactivos que contienen.
  • En individuos con sensibilidad o alergias (como la alergia a las proteínas de la leche) o intolerancia a la lactosa, el consumo de lácteos puede generar molestias e hinchazón, que pueden percibirse como “inflamación”.

Beneficios probados

  • Apoyan la salud ósea: Su aporte de calcio y vitamina D es crucial para la densidad ósea.
  • Efectos metabólicos: Se asocian con un menor riesgo de síndrome metabólico, hipertensión y diabetes tipo 2.
  • Mejora de la salud intestinal: Los lácteos fermentados (yogur kefir especialmente) ayudan a mantener una microbiota equilibrada.

Con toda esta información, ahora sí vas a poder elegir mejor.

Hay un ultimo factor que sumaría a este conocimiento y se llama consciencia corporal, que es básicamente tener una mayor percepción y comprensión de uno mismo y sentir: que recibe bien tu cuerpo y que no. En base a esa sensación y a tu conocimiento, seguramente tomarás las mejores desiciones. El cuerpo es sabio, hay que saber escucharlo.