Animate al repollo

Animate al repollo

Una verdura crucífera que pertenece a la familia de las coles y, como tal, son altamente recomendadas para una dieta equilibrada y saludable. Sus numerosos nutrientes, compuestos fitoquímicos y propiedades beneficiosas para la salud las convierten en una opción valiosa para promover una vida saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Morado o blanco?, son lo mismo?

A pesar de que pertenecen a la misma especie (Brassica oleracea), presentan algunas diferencias nutricionales que te ayudan a elegir cual comprar, cual sembrar o si te conviene mezclarlo. Soy de la idea en que en la variedad está la salud:

De acuerdo a los aportes generales del repollo, estas son la diferencias

  1. Antocianinas: El repollo morado contiene antocianinas, pigmentos antioxidantes responsables de su color violeta intenso. Estas antocianinas no se encuentran en el repollo blanco. Las antocianinas tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y se ha sugerido que pueden tener beneficios para la salud cardiovascular y cerebral.

 

  1. Vitamina C: Tanto el repollo morado como el blanco son buenas fuentes de vitamina C, un antioxidante importante para la salud del sistema inmunológico y la piel. Sin embargo, el repollo morado tiende a tener un contenido ligeramente más alto de vitamina C en comparación con el repollo blanco.

 

  1. Antioxidantes: Ambos tipos de repollo contienen antioxidantes beneficiosos, pero el repollo morado puede tener una concentración más alta de ciertos antioxidantes debido a su contenido de antocianinas. Estos antioxidantes ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres y pueden tener efectos beneficiosos para la salud en general.

 

  1. Sabor: El repollo morado y el blanco tienen sabores ligeramente diferentes. El repollo blanco tiende a tener un sabor más suave y dulce, mientras que el repollo morado puede tener un sabor más intenso y terroso. Esto puede influir en las preferencias personales al elegir uno u otro.

 

En términos generales, ambos tipos de repollo son opciones saludables y nutritivas para incluir en una dieta equilibrada. El repollo blanco es más común y ampliamente disponible, mientras que el repollo morado ofrece beneficios adicionales debido a su contenido de antocianinas. Se recomienda variar la ingesta de diferentes tipos de repollo y verduras para obtener una amplia gama de nutrientes y antioxidantes.

 

¿Cómo cultivarlo? 

El cultivo de repollo se puede realizar tanto en suelo como en macetas. Te dejo algunos consejos para cultivar repollo en ambos entornos:

 

Cultivo en suelo:

  1. Selección del lugar: Elegir un lugar soleado en tu jardín con suelo bien drenado. El repollo prefiere temperaturas frescas y crece mejor en primavera y otoño.

 

  1. Preparación del suelo: Antes de plantar, prepara el suelo con un buen sustrato o con la ayuda de una horquilla, aflojarlo. Agregar compost o abono orgánico al suelo para enriquecerlo y mejorar su fertilidad.

 

  1. Siembra o trasplante: Puedes sembrar las semillas de repollo directamente en el suelo o comenzar las plantines en interiores y trasplantarlas al jardín cuando tengan unas 4-6 semanas de edad. Asegurate de seguir las instrucciones de siembra en el paquete de semillas o de mantener una distancia adecuada entre las plantas durante el trasplante.

 

  1. Riego: Mantener el suelo húmedo pero no empapado. Regar regularmente, especialmente durante periodos secos, evitando el encharcamiento.

 

  1. Cuidado de las plantas: Mantener el área alrededor de las plantas cubierta con mantillo para mantener la humedad del suelo y controlar las malezas.

 

  1. Control de plagas y enfermedades: El repollo puede ser susceptible a plagas como los pulgones, caracoles y las orugas. Observar regularmente tus plantas y, si es necesario, utiliza métodos orgánicos de control de plagas, como el uso de jabón insecticida o extracto de neem. También es importante vigilar y tratar cualquier signo de enfermedades, como el mildiú polvoriento o la podredumbre negra.

 

Cultivo en macetas:

  1. Selección de la maceta: Elegir una maceta lo suficientemente grande para que el repollo pueda desarrollar sus raíces. Una maceta de al menos 30 cm de profundidad y ancho sería adecuada. La maceta debe tener agujeros de drenaje en la parte inferior.

 

  1. Sustrato: Utiliza una mezcla de tierra para macetas de buena calidad y asegúrate de que tenga un buen drenaje.

 

  1. Siembra o trasplante: Sembrar las semillas en la maceta o trasplantar los plantines jóvenes como te indiqué anteriormente para el cultivo en suelo.

 

  1. Ubicación y cuidado: Colocar la maceta en un lugar soleado, como un balcón o patio. Regar regularmente para mantener el suelo húmedo pero no empapado. Las plantas en macetas pueden secarse más rápido, por lo que es posible que necesiten riego más frecuente.

 

  1. Fertilización: Al cultivar en macetas, el sustrato se agota más rápido de nutrientes. Utilizar un fertilizante orgánico balanceado según las instrucciones del producto para asegurarte de que las plantas reciban los nutrientes necesarios.

 

  1. Espaciado: Si plantas varios repollos en la misma maceta, asegúrate de dejar suficiente espacio entre ellos para que se desarrollen adecuadamente.

 

Recuerda que el repollo necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día para un crecimiento óptimo. Además, tanto en el cultivo en suelo como en macetas, es importante monitorear las plantas regularmente para detectar signos de plagas o enfermedades y tomar medidas adecuadas de control si es necesario.

 

El repollo en la cocina:

Recordá que se puede tener siempre a mano en tu casa. Si lo vas a comprar que sea fresco y de origen local . Considerá la posibilidad de utilizar partes menos estéticas del repollo para reducir el desperdicio de alimentos, como sus hojas exteriores y sus tallos.

 

  1.  Las hojas exteriores: Antes de desechar las hojas externas más grandes y duras del repollo, considera utilizarlas en recetas como envolturas de rollos, tortillas o lasañas vegetarianas. Se pueden blanquear para ablandarlas o incluso hacer fermentaciones como el chucrut.
  2. También se pueden aprovechar los tallos del repollo. Picarlos finamente y agregarlos a ensaladas, sopas o salteados. 
  3. Ensaladas frescas: El repollo es un ingrediente clave en muchas ensaladas. Puedes cortarlo en tiras finas o rallarlo y mezclarlo con otros vegetales, como zanahorias, pepinos o tomates. además les queda muy bien estar condimentados con anticipación, lo que lo convierte en el ingrediente estrella para viandas
  4. Fermentación: El repollo es ideal para la fermentación, lo que permite preservarlo y obtener beneficios probióticos. Puedes hacer chucrut o kimchi casero fermentando el repollo rallado con sal y especias. Es delicioso como guarnición o como ingrediente en sándwiches y platos principales.
  5. Saltear: el repollo es muy versátil y puede agregarse a salteados. Puedes cortarlo en trozos o en tiras finas y cocinarlo rápidamente con otras verduras, proteínas o fideos. Agregar especias y salsas al gusto para darle más sabor.
  6. Sopas y guisos: El repollo agrega una textura crujiente y sabor agradable a las sopas y guisos. Puedes agregarlo en trozos o en tiras a tus recetas favoritas de sopas, guisos o potajes para obtener un extra de nutrientes y textura.
  7.  Asados al horno: El repollo también se puede asar al horno para obtener una textura caramelizada y sabrosa. Cortar el repollo en rodajas gruesas, sazonar con especias y aceite de oliva, y asarlo en el horno hasta que esté tierno y dorado. Es una deliciosa guarnición o acompañamiento.

 

Almacenamiento

Recuerda almacenar el repollo en un lugar fresco y seco para prolongar su vida útil. Al utilizarlo de manera integral y creativa en la cocina, estarás aprovechando al máximo este delicioso vegetal y reduciendo el desperdicio de alimentos, a la vez que mientras más lo consumas, más lejos de tu médico vas a estar. ¡Disfruta de tus preparaciones sin desperdicio con repollo!