Lo singular de la leche de cabra y derivados
Lo singular de la leche de cabra y derivados
El queso de cabra por su perfil de sabor tan distintivo, tiene la particularidad de identificarse rápidamente en un plato, y, cuando está presente, toda la atención se la lleva este ingrediente.
Famoso por acompañar platos como remolachas, berenjenas, zucchinis y zanahorias al rescoldo, ensaladas mediterráneas, pescados, y por complementar a la perfección, frutas como higos, duraznos y peras.
Además de su exquisito sabor, el queso de cabra y, su componente, la leche de cabra, es un alimento nutricionalmente muy completo, y si sos sensible a la leche de vaca, este te puede ser de gran ayuda. Pero, ¿qué lo hace distinto?
Primero, la leche de cabra es mucho más digerible, (tarda 40 minutos digerirse vs 2 horas comparado con la leche de vaca), no solo porque contiene menor cantidad de lactosa (13 por ciento menos que la de la vaca.) sino también por su alcalinidad (mayor ph) y efecto buffer en el estómago. Además, su composición lipídica, (ácidos grasos simples que se absorben más fácilmente) es otro factor que a su vez, facilita la digestión. A su vez, este tipo de grasa presente en la leche de cabra, (ácidos grasos de cadena corta y media), constituyen una excelente fuente de energía.
Sin embargo, es importante notar que alguien alérgico a la lactosa no encontrará en la leche de cabra una mejor alternativa, pero alguien alérgico a las proteínas de la leche de vaca como la caseína, sí hallará un beneficio sustituyéndola.
Con respecto a micronutrientes, la leche de cabra tiene igual cantidad de hierro y vitaminas C y D que la de vaca, pero destaca un mayor contenido de calcio, potasio. manganeso, fósforo y vitaminas A y B. Esto lo hace beneficioso en la protección contra enfermedades como osteoporosis o la anemia, mucho más que la leche de vaca.
Teniendo todo esto en cuenta, sería una muy buena opción incluir la leche de cabra en nuestra alimentación, y no necesariamente como un reemplazo, pero sí como una adición. En Argentina por lo menos, no es común encontrarla en supermercados ya que su producción no está tan comercializada, pero sí es posible encontrarla en formato de polvo. También podemos, si tenemos la posibilidad, de optar por obtenerla de productores de quesos de cabra. ¿Qué recomiendo yo? la granja Champs Elysees, con sus quesos de cabra artesanales y pastoriles.
Te dejo mis formas preferidas de consumir queso de cabra para que puedas descubrir todo lo mejor de él.
Por su sabor fuerte y un poco picante, puede ser ese ingrediente que falta para llevar a la perfección sandwiches, wraps o tartas de vegetales, aportando su toque umami. Acompaña y resalta sabores de ingredientes como huevos, tomates y espinaca, y va a la perfección en una ensalada de sandia,o acompañando una terrina de remolachas. En una pasta, nunca falla, especialmente una a base de tomates secos o de berenjenas ahumadas.
Y si hablamos de una picada, el queso de cabra en bruschettas es otro espectáculo: Usando un pan de masa madre y tostandolo en el horno con aceite de oliva, romero y ajo. Le sumo alguna mermelada (higos, peras… o alguna fruta de estación), el queso de cabra y si se necesita un toque más dulce, miel. Agrego alguna nuez y para finalizar, unas hojas de tomillo.