Lo singular del sin desperdicio II

Lo singular del sin desperdicio II

 

Mi compromiso con no desperdiciar implica mucho más que no tirar las sobras. Una vez que le abris la puerta a este mundo, te das cuenta que es infinitamente más amplio. Pequeñas acciones que podemos hacer día a día, como guardar las cáscaras de vegetales, tostarlas o convertirlas en un dulce o confitura,  pronto sumarán a una causa mayor. De a poco y consecuentemente, iremos recuperando el respeto (que capaz estaba perdido) por todos los alimentos y sus partes, porque empezamos a entender, que el alimento y el acto de alimentarse es un privilegio. Lograr cocinar de esta manera, significa cuidar tu ambiente, tu casa, y el mundo,  viviendo de forma consciente, pensando en las generaciones futuras. 

Cultivar mis propios vegetales implica esfuerzo tiempo y dedicación, y por eso, siempre me costó y me hizo ruido tirar los cabitos, hojas y tallos. Regar mis cultivos, cuidarlos y esperarlos hizo que cada centímetro, tuviera un valor extra, y por eso, reciben una valoración distinta.

Hoy en día, las formas de producir y el mercado cambió, pero no necesariamente para mejor. Con el interés de siempre incrementar la producción, para alimentar a cada vez más personas y aumentar la remuneración, en ese proceso, se descuidó la calidad. Las cáscaras siempre deben estar en nuestro plato. Los invito esta semana por lo menos, a tratar de no pelar las vegetales, y en caso de que sea necesario, darles a las cáscaras un uso, cómo hacer chips chips de batata/ boniato. Lo mismo con la de las frutas. La mitad de los nutrientes de ellas, se encuentran concentradas en las cáscaras. Hasta la de los cítricos, como las mandarinas o naranjas, pueden convertirse en mermeladas riquisimas (mermelada de cascaras de naranja ). El confitado es otra técnica que las lleva a otro nivel, como estas cascaras de sandia confitadas.  

Hay que rescatar este estilo de vida, retomarlo y ponerlo en práctica. Nos merecemos estar mejor y el planeta así lo exige. Volver a lo natural, volver a creer en las personas, rescatar el tiempo dedicado a los alimentos,  a cocinar, a encontrarnos… a vivir mejor.